Cuando Thomas se levanta en el ascensor, lo único que puede recordar es su primer nombre. Su memoria está en blanco, pero no está sólo. Cuando las puertas del ascensor se abren, Thomas se encuentra rodeado de críos que le dan la bienvenida a Glade, un largo espacio abierto cercado por paredes de piedra. Al igual que Thomas, los Gladers no saben cómo han llegado allí. Todo lo que saben es que todas las mañanas las puertas pétreas del laberintoque les rodea se han abierto. Todas las noches, se cierran. Y, cada 30 días, un nuevo chico es llevado en el ascensor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario